Llegó la calaca

muy de mañana,

con su guadaña afilada

directo a la Juana.

Sonreía coqueta,

llena de emoción,

porque a la Rosita

sacaría de su dirección.

Directo al panteón,

llora y llora se va Rosita,

pero lo que más le duele

es dejar su escuelita.

En la Elitania estaba

el conserje limpiando,

cuando llego la flaca

por Francisca preguntando.

Responde a la calaca

-Fernando bien vivo-

"aquí no está Francisca,

solo la maestra Livo".

Livo exclama ahora:

"¡Ay amigo, que regazón,

ahora por tu culpa,

descanso en el panteón!".

Por el Cóndor andaba

la calavera paseando,

una escuela vislumbró

y directo a ella se dirigió.

Rauda y presurosa

llega toda sudorosa,

Malena la recibe

de forma muy amistosa.

Ya se va Malena

con la calavera cantando

ya se encuentra contenta

que en la dirección no siga batallando.

Belem esta contenta porque ya es abuela,

tararea y tararea en la Dirección de su escuela.

La calaca chimuela

escucha su canción,

se dirige volando

sin pedir autorización.

"A dónde me llevas flaca?,

que estoy trabajando,

tengo estadísticas y oficios

y los estoy terminando.

Si me vas a llevar ladino,

no seas ca...nijo,

y dejame avisar al Chino".